Reducción de costos:
Alquilar una máquina virtual (VM) en la nube puede ser significativamente más económico que comprar y mantener hardware físico. No necesita invertir en costosos servidores, espacio en racks o infraestructura de red. Además, los costos de energía, mantenimiento y actualizaciones de software se eliminan o se reducen considerablemente.
Escalabilidad y Flexibilidad:
Al alquilar una máquina virtual en la nube, tienes la capacidad de ajustar los recursos de computación según tus necesidades. Puedes escalar vertical u horizontalmente la capacidad de la máquina virtual para adaptarte a cambios en la demanda de recursos, lo que te permite optimizar el rendimiento de tus aplicaciones sin preocuparte por la gestión de hardware físico.
Accesibilidad y disponibilidad global:
Las máquinas virtuales en la nube son accesibles desde cualquier lugar con una conexión a internet. Esto le permite trabajar de forma remota, acceder a sus datos y aplicaciones desde cualquier dispositivo y colaborar con equipos ubicados en diferentes partes del mundo. La alta disponibilidad de la infraestructura de la nube garantiza que sus máquinas virtuales estén operativas prácticamente el 100% del tiempo, lo que minimiza el tiempo de inactividad y maximiza la productividad.